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¡Salón de la Fama: Comparte «Profe Chayo» entronización con sus jugadores!

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Hermosillo, Sonora, 2 de diciembre del 2020 (CODESON).- El beisbol, como deporte de conjunto, debe jugarse de manera muy unida para ganar un encuentro, algo que relaciona Rosario “Chayo” Rodríguez con su entronización al Salón de la Fama del Deportista Sonorense dentro de la Clase 2020.

Rodríguez Quiñones, quien fue exaltado en la categoría de Entrenador por sus resultados en el rey de los deportes, disfruta el logro como un gran triunfo pero opinó que no hubiera sido posible sin el aporte de cientos de jugadores a quienes ha dirigido a lo largo de los años.

“Lo principal es el esfuerzo de todo el equipo y como mánager es una obligación mantener la unidad y creo que siempre lo logramos. Por ello quiero agradecer a los muchachos pues este reconocimiento (el ser inducido al Salón de la Fama) sin ellos no se hubiera conseguido”, dijo.

“Pero más allá de lo que hicimos dentro del campo está la relación fuera del mismo; siempre he tenido comunicación con todos esos muchachos e incluso hoy somos como una gran familia. Me siento feliz después de tantos años de vicisitudes, de mucho esfuerzo y trabajo, además de la solidaridad existente pues centenares de jóvenes creyeron y tuvieron confianza”, agregó.

El “Profe Chayo”, recordó y agradeció las experiencias compartidas con su padre, Mauricio Rodríguez Kelly (+), quien también es inmortal porque pertenece al Salón de la Fama del Deportista Hermosillense.

“Es satisfactorio poder continuar los pasos de mi papá, le aprendí lo básico y poco más, además de querer y respetar al beisbol, por eso es un honor que los dos estemos en Salones de la Fama, es grande compartirlo”, comentó.Son muchas anécdotas las de Rodríguez Quiñones -de 62 años de edad- en el paso por los diamantes en donde conquistó 50 títulos con su equipo los “Rojos del Profe Chayo” en la categoría de Primera Fuerza en los niveles municipal, estatal y nacional, pero en especial compartió una.

“Fue en un juego en el Torneo Internacional de La Habana, Cuba, cuando un lanzador de mucha experiencia estaba lastimado de uno de sus dedos del brazo de lanzar, entonces al momento de entrar a platicar con él al montículo, me sugirió que lo sacara por la lesión, pero poniéndole una mano en el pecho le dije ‘tira con el corazón’ pues en el bullpen sólo tenía a dos novatos”.

“Y a final de cuentas le llegó tanto la plática que casi se le salían las lágrimas y sacó la entrada pese a que tenía una de las yemas de los dedos llena de sangre. Fue algo muy emocionante y una gran anécdota”, agregó.

Asimismo hizo una referencia sobre dos de sus compañeros de generación del Salón de la Fama: Eleuterio “Chacho” Torres y Martín “Zurdo” Gamboa (+), pues dijo los vio crecer como peloteros ya que en su etapa de juveniles estuvieron a cargo del profesor Rodríguez Kelly, haciendo batería por algún tiempo e incluso posteriormente llegaron a ser compadres.

En su trayectoria sobresale la obtención de dos títulos nacionales de beisbol para Sonora en Primera Fuerza: el primero de ellos fue en el 2009, con el que se rompió una racha de más de tres décadas sin cetros en esa categoría (el último había caído en 1976) y posteriormente repitió la hazaña en el 2016 cuando en esa ocasión alzaron invictos la corona.

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